
El Café de Parafolls es el sitio ideal si buscas un lugar donde comer bien y disfrutar de un buen rato con amigos. Ubicado en Carrer Francesc Macià, 1, en Palafolls, este bar lleva años siendo el favorito del pueblo, y no es para menos. Aquí puedes encontrar una impresionante variedad de bocadillos, tapas, platos combinados y pizzas que te dejarán más que satisfecho. Y si eres fan de los desayunos, ¡estás de suerte! Este lugar tiene un ambiente acogedor, aunque prepárate para el bullicio, porque es un espacio grande y lleno de vida.
La valoración promedio de 4.3 sobre 5 dice mucho sobre la calidad del servicio y la comida. Los trabajadores son super amables y atentos, y la variedad de la carta es una maravilla. Perfecto para compartir, relajarte tras una larga semana o simplemente disfrutar de unas cañas con amigos. Así que si buscas buen café, platos deliciosos y un ambiente auténtico donde todos se sientan bienvenidos, El Café de Parafolls es tu lugar. ¡Ve a probarlo!
El Café de Parafolls
Horarios El Café de Parafolls
Día | Hora |
---|---|
lunes | 7:30–23:30 |
martes | 7:30–23:30 |
miércoles | Cerrado |
jueves | 7:30–23:30 |
viernes | 7:30–23:30 |
sábado | 7:30–23:30 |
domingo | 7:30–23:30 |
El horario podría cambiar.
Mapa Ubicación El Café de Parafolls
Dónde está ubicado El Café de Parafolls
Si buscas un sitio chido para disfrutar de una buena comida y pasar un rato agradable, El Café de Parafolls en Carrer Francesc Macià, 1 es el lugar ideal. Aquí te vas a sentir como en casa: tiene un ambiente amplio y espacioso que te invita a quedarte un buen rato. Eso sí, no olvides disfrutar de su terraza en verano; es perfecta para relajarse con una caña y algo rico para comer. ¡Te lo juro!
Hablemos de la comida, porque aquí hay de todo. Desde bocadillos y tapas hasta platos combinados que, para ser sinceros, quedan de lujo. Mi marido siempre se lanza por el plato combinado de pies de cerdo (sí, ¡tan raro como suena!), y mi hijo no se aguanta las ganas de pedir la salsa guay de miel y mostaza para mojarlo todo. Si eres fan de las croquetas, aquí las tienen bien buenas, y encima no te va a salir de precio: puedes comer bien por solo 10-20 € por persona.
El servicio es otro punto a favor; son súper simpáticos y atentos, lo que hace que la experiencia sea aún mejor. A veces puede haber un poco de espera porque, aunque el lugar es grande, no hay tanto personal, pero todo el que está es amable y profesional. ¡Hasta me atrevería a decir que tienen el mejor pollo Cajun que he probado! Y eso que soy un poco exigente, así que tómalo en cuenta.
En cuanto al ambiente, el interior es acogedor y cómodo, aunque, si te soy sincero, la nueva pintura azul de la fachada exterior no le hace mucha justicia al lugar, especialmente junto a la eclesiástica piedra de la iglesia. Pero ya sabes, ¡a veces hay que aportar un poco de color a la vida! Ellos se esfuerzan por mantenerlo agradable, y eso se nota. Además, si vas en verano, a menudo tienen actuaciones musicales en vivo los jueves, así que ¡prepárate para disfrutar!
Por último, si te preguntas dónde está ubicado El Café de Parafolls, está precisamente en Carrer Francesc Macià, 1, 08389 Palafolls, en Barcelona. Hay plazas de aparcamiento gratuitas en los alrededores, así que no te preocupes por cómo llegar. ¡Dale una oportunidad y ve por esas patatas bravas, que no te van a decepcionar! ️✨
Qué tipo de comida se ofrece en El Café de Parafolls
Y hablando de El Café de Parafolls, hay tantas cosas que me vienen a la mente. La última vez que estuvimos allí, fue una grata sorpresa. A decir verdad, me gustó mucho y el servicio fue un diez. Las camareras son súper atentas y simpáticas, siempre tienen una sonrisa lista. Te sientes como en casa, algo que es difícil de encontrar en otros sitios. Además, la calidad de la comida no se queda atrás; ¡todo estaba deliciosísimo! Aparte de eso, el precio ronda entre 10 y 20 € por persona, lo que es bastante asequible para una buena cena.
Y, hablando de la comida, no puedo dejar de mencionar la tortilla que puedes pedir con lo que quieras. La mía era de boloñesa y queso roquefort, y se me hace agua la boca solo de recordarlo. El sitio tiene un encanto especial, con un aire anticuado que le da carácter, y esos detalles antiguos son lo que lo hace interesante. Además, es fácil de localizar y, aunque el aparcamientos no es el mejor del mundo, hay suficientes plazas libres si llegas con tiempo. Y lo mejor, el acceso para minusválidos está muy bien adaptado.
Recuerdo que el ambiente era animado, sobre todo porque está justo enfrente del Teatro de Palafolls. De hecho, la última vez que fui, regresé del teatro después de ver una obra hecha por un grupo local. Y no sé si has visto los vinilos del baño de hombres, pero son una risa. Siempre hay algo que ver en El Café de Parafolls. Aunque la carta estaba en catalán, lo bueno es que puedes ir con alguien que te ayude a traducirla. ¡Menos mal que fui acompañado! Sin duda, es un lugar al que volveré sin dudarlo.
Entonces, ¿qué tipo de comida se ofrece en El Café de Parafolls? Aquí encuentras una gran variedad de platos combinados, bocadillos, y tapas, con una relación calidad-precio que no te decepcionará. Desde la butifarra con alubias hasta calamares fritos o croquetas de pollo, hay algo para todos los gustos. Así que ya sabes, la próxima vez que estés por Palafolls, no dudes en pasar por allí; ¡te va a encantar!
Cuál es la especialidad del menú del Café de Parafolls
Y después de un buen rato charlando, no puedo dejar de recomendarte El Café de Parafolls, que es todo un hallazgo en Carrer Francesc Macià. Desde el primer momento que pones un pie ahí, sientes que es un lugar muy acogedor. Esa vibra relajada, junto con su espacioso ambiente lleno de luz, hace que sea perfecto para empezar el día con un buen desayuno. Desde los bocadillos hasta los frankfurts, todo está para chuparse los dedos, y, lo mejor de todo, ¡a precios que van de 1 a 10 € por persona!
Hablando del servicio, tengo que decir que el personal es realmente amable. Te atienden con una sonrisa y siempre están dispuestos a ayudarte. Sin embargo, he oído que hay momentos donde la cosa se puede volver un poco bulliciosa. Si decides ir en horas punta, es probable que sientas un poco de jaleo, pero créeme, el ambiente sigue siendo genial por su gran terraza y el toque de casino de pueblo que tiene. Es un buen sitio para simplemente sentarse a disfrutar.
Yo voy casi cada semana a desayunar, y cada vez es una experiencia encantadora. Sus bocadillos son lo mío, y hay varias opciones de platos combinados que nunca fallan. Pero si buscas calidad en la comida, los he probado y son buenos en su mayoría. Ahora, claro, hay opiniones variadas sobre la comida, aunque para mí, siempre he tenido fortuna con lo que pido.
Y si te preguntas cuál es la specialidad del menú del Café de Parafolls, pues la clave aquí son esas tapas y la selección de bocadillos que ofrecen. Ya sean para un desayuno rápido o un almuerzo relajado, hay algo para cada gusto. Así que, la próxima vez que estés por Palafolls, no dudes en parar un rato y disfrutar de este lugar; ¡te va a encantar!
Qué valoración promedio tiene El Café de Parafolls
Y después de un día explorando los alrededores, no hay nada como hacer una parada en El Café de Parafolls. La carta es increíblemente variada y lo mejor es que la cocina está abierta todo el día. Ya te digo, los platos combinados son de lo mejor, ¡y esos torreznos son simplemente irresistibles! Jajaja, si no los has probado, te los tienes que comer, ¡te van a sorprender! Además, los precios son súper asequibles, así que no tendrás que romper la hucha para disfrutar de una buena comida.
La atención al cliente es otro de esos puntos que realmente hace que quieras volver. Siempre te reciben con una sonrisa y son rápidos en atenderte. Al ser un local con buen espacio, nunca vas a sentirte agobiado, y eso se agradece un montón, sobre todo si decides ir con amigos o familia. Puedes disfrutar de un ambiente relajado, perfecto para ponerte al día o simplemente para disfrutar de un buen rato.
Y aunque la búsqueda de parking puede ser un poco un reto por el área, si buscas bien por los alrededores vas a encontrar alguna plaza. Eso sí, ¡te recomiendo que no te rindas y llegues con algo de tiempo para esa búsqueda! Por suerte, El Café es un espacio familiar, así que también tiene opciones pensadas para los más peques, como algunas máquinas de juegos que, estoy seguro, no los dejarán indiferentes. Ellos se lo pasarán pipa mientras tú disfrutas de tu plato combinado.
En general, basándonos en todo lo que hemos hablado, El Café de Parafolls se lleva una valoración promedio de 4 estrellas. La comida es buena, el servicio es mayoritariamente rápido y amable, y el ambiente es acogedor. En definitiva, si buscas un lugar para comer rico y sin gastar una fortuna, este es tu sitio. ¡No dudes en hacerlo parte de tu ruta!
Es necesario hacer reserva para comer en El Café de Parafolls
Y si hablas de El Café de Parafolls, ¡no puedes olvidarte de lo bonito que es! Este bar ha logrado conservar su esencia de casi medio siglo, lo que le da un aire especial. Es verdad que a veces se escucha un poco de ruido, pero eso viene con la popularidad del lugar. La gente está ahí disfrutando, así que no lo juzgues por eso. Y, sinceramente, el café que sirven es de los buenos. Si te gusta empezar el día con un buen café y un croissant, aquí lo encontraras, ¡no te decepcionará!
Lo que más destaca es la amabilidad del personal. Desde que pones un pie allí, te hacen sentir como en casa. Y si te gustan los bocadillos, ¡tienes que probarlos! La carta es bastante variada, hay para todos los gustos. He oído maravillas de los bocadillos de tortilla de alcachofa y los de atún con pimiento rojo y olivas. Hasta te dicen que complementan bien con las tapas que tienen. Y aunque el ruido puede ser un poco excesivo, sobre todo en las horas punta, la terraza es un buen lugar si quieres un poco de aire fresco.
El ambiente es muy familiar y acogedor. Te da esa sensación de café típico de pueblo, donde a veces te sientes rodeado de risas (y de niños). Si te preocupa el aparcamiento, aunque a veces puede costar encontrar sitio, hay opciones cercanas. Y, por si fuera poco, hay acceso para sillas de ruedas, así que no te preocupes por eso.
Ahora, sobre si necesitas hacer reserva para comer allí... La verdad es que, si quieres evitarte un ratito de espera, no estaría de más llamar con anterioridad, especialmente si planeas ir en fin de semana. Aunque por lo general, si vas temprano, puedes conseguir mesa sin problemas. ¡Así que ya sabes, no dudes en pasar por allí!
El Café de Parafolls ofrece opciones para desayunar
Y bueno, ya que estamos hablando de El Café de Parafolls, hay que mencionar que es un bar típico del pueblo, con ese aire ruidoso y amplio que lo hace tan acogedor. Si buscas un lugar donde puedas disfrutar de un buen desayuno o simplemente tomarte algo con amigos, este es el sitio. Los precios son super asequibles, rondando entre 10 y 20 € por persona, lo que está genial para cualquier ocasión. Y si decides quedarte a comer, te recomiendo la hamburguesa, está para chuparse los dedos.
Lo que más me sorprende cada vez que voy es la atención. Los camareros son en general muy cercanos y atentos, y eso siempre hace que la experiencia sea aún mejor. De hecho, ya he ido a cenar allí varias veces, cada vez con diferentes amigos y siempre salimos satisfechos. La comida casera es un plus, y el ambiente tiene un toque melancólico que lo hace único. A veces puede estar un poco caótico, pero eso le da su carácter.
Ah, y si estás en busca de un sitio donde cenar mientras disfrutas de un concierto en vivo, este es el lugar perfecto. Eso sí, asegúrate de pedir cuando no esté muy lleno, porque si no, a veces tardan un rato en servirte. Pero la espera vale la pena. Además, tienen una gran variedad de platos, como papas bravas, bocadillos de atún, y hasta opciones para los más peques, ¡perfecto si tienes niños contigo!
Por cierto, si te lo preguntas, sí, El Café de Parafolls ofrece opciones para desayunar. Puedes disfrutar de un café bien servido y quizás acompañarlo con un delicioso bocadillo. Así que ya sabes, si todavía no has ido, no esperes más. ¡Nos vemos por allí!
Cómo es el ambiente dentro del Café de Parafolls
Y bueno, ¡no todo lo que brilla es oro en el Café de Parafolls! Si alguno de ustedes habla solo castellano, ya les aviso que pueden tener un mal rato. La atención puede ser un desastre total, o al menos eso es lo que nos ha pasado a varios. Nos dejaron esperando tanto que, a medida que pasaban los minutos, nos daba más ganas de irnos que de quedarnos. Algunos piensan que el chico que nos atendió debería buscarse otro trabajo, porque aquí parece que el trato al cliente no está en su vocabulario. No es una experiencia que me haga querer volver, la verdad.
Pero no todo es negativo. Para los que tienen un buen día en el café, hay un par de reseñas que lo ponen como el sitio clásico para desayunar o hacer una comidita de esas que te hacen sentir bien. Por unos 10 euros, puedes disfrutar de bocadillos y platos combinados que, por lo que dicen, valen mucho la pena. El ambiente no es nada del otro mundo, pero está bien para ir con amigos a tomar algo y disfrutar de una buena charla. Es un sitio cómodo y espacioso, así que si ven que hay un grupo grande, no se asusten, hay mesitas suficientes.
Ahora bien, si llegas con tu perro, quizás sea mejor que busques otro lugar. A alguien le dijeron que a su chihuahua no lo dejaban entrar porque, según el personal, había riesgo de multa. ¿En serio? Eso sí que es una excusa rarísima, y un poco desagradable, ¿no creen? Imaginando a la gente que tiene perrillos, seguro que tienen que pensar mucho más antes de aventurarse a entrar.
Y finalmente, el ambiente en el Café de Parafolls cuando las cosas van bien es tranquilo y acogedor, ideal para pasar un rato relajado, especialmente en la terraza. Aunque haya un par de comentarios sobre atención pésima, otros hablan de trabajadores súper atentos y con buen rollo. Así que si te animas, ¡espero que te toque uno de esos días! En términos generales, es un lugar dónde se contrasta mucho la experiencia, y está lleno de matices que pueden hacer de tu visita una gran anécdota.
Se pueden realizar eventos o celebraciones en El Café de Parafolls
Y hablando del Café de Parafolls, no puedo dejar de mencionar lo mucho que me encanta ese lugar. Es un sitio antiguo pero bonito, con un encanto particular que lo hace especial. Ah, y si no has visto el water de los leones, ¡tienes que ir y echarle un vistazo! No hay nada igual, te aseguro que te hará reír. La verdad es que le tengo un cariño especial a este bar, incluso con esas estrellas de 4 que tiene.
En cuanto a la comida, aquí no hay lugar para quejas, ¡es un buen sitio para disfrutar de un bocadillo! Los bocadillos son realmente muy buenos, y la ensalada de arroz es otra de mis elecciones favoritas. Las patatas bravas son la bomba; te lo digo, ¡no las puedes dejar pasar! El trato del personal es bastante amable, lo que siempre se agradece. Y si hablamos de precios, moverte entre 10 y 20 € por persona no está nada mal por una buena comida.
El ambiente, pues, es lo que hay: sin ser el más espectacular, es cómodo y amplio, con una buena terraza para esos días soleados. Aunque hay que decir que en día a día puede que no encuentres a todo el personal tan simpático. Escuché algún comentario sobre que la jefa no siempre es la más agradable, especialmente cuando te vas a marchar y quieres que te cobren rápido. Pero hey, yo he tenido más experiencias positivas que negativas, así que no me lo tomaría demasiado en serio.
Y ya que hablamos de eventos, sí, se pueden realizar celebraciones en El Café de Parafolls. Aunque no tengo muchos detalles sobre eso, sé que el lugar tiene suficiente espacio y un ambiente acogedor que puede ser perfecto para un cumpleaños o algo así. Siempre es buena idea preguntarles directamente cómo pueden adaptar su oferta a lo que necesites. Al final, un buen bocadillo, patatas bravas y buena compañía siempre son una combinación ganadora.